Grifos electrónicos

Grifos con fotocélulas para ahorrar agua y energía

En comparación con los mezcladores y grifos convencionales, los grifos electrónicos de IDRAL ahorran, por ejemplo, unos 5,5 litros de agua por lavado de manos, protegiendo el medio ambiente, reduciendo la factura de servicios y preservando al mismo tiempo la higiene, la seguridad y la accesibilidad de los usuarios. Los grifos con fotocélula están equipados con un sensor que, gracias a los rayos infrarrojos, pone en marcha el chorro de agua en el momento en que las manos se sitúan dentro de su radio de acción y, a la inversa, lo detiene cuando deja de detectar su presencia. Esta tecnología reduce el derroche de agua, ya que permite utilizarla sólo cuando es necesario.

Conformes a la certificación europea Water Label, nuestros grifos electrónicos están equipados con un limitador de caudal o preparados para ello. Muchos también están equipados con un sistema antibloqueo que impide que los grifos de fotocélula fluyan continuamente.

Los grifos electrónicos IDRAL pueden funcionar con la red o con pilas. En ambos casos no requieren mucha energía para funcionar, ya que utilizamos una válvula biestable con una potencia nominal de 1,2W, que recibe un impulso de sólo 20 ms, una solución de bajo consumo de energía. Los modelos IDRAL que funcionan con batería están equipados con una batería de litio que, gracias a la tecnología moderna, requiere poco mantenimiento y tiene una vida útil media de 220.000 accionamientos (una media de 2 a 7 años), dependiendo de la frecuencia de uso. Las pilas de litio son fáciles de conseguir, cómodas y reciclables.

Grifería con sensor para higiene y seguridad del usuario

Nuestros grifos electrónicos cumplen la normativa de higiene que exige la instalación de sistemas de fontanería en lugares públicos que no requieran un contacto directo con la propia estructura. Desde este punto de vista, el grifo con sensor es la solución ideal, ya que previene la acumulación de bacterias y evita el contacto directo con los sanitarios. Además, la activación del chorro de agua sin necesidad de tocar el mando permite una mayor higiene de la superficie, especialmente en baños muy concurridos.

Si un grifo no se utiliza durante periodos prolongados, el agua de las tuberías no se renueva, lo que favorece inevitablemente el desarrollo de bacterias, especialmente la legionela. Por eso, muchos de nuestros grifos electrónicos están equipados con un sistema antilegionela, que consiste en una descarga automática de unos 60 segundos cada 24 horas después del último uso. Esto garantiza que el agua no se estanque, reduciendo la proliferación de gérmenes.

Fiabilidad y versatilidad del grifo electrónico

El grifo electrónico está diseñado específicamente para resistir un uso intensivo y el vandalismo intencionado y no intencionado. Los grifos están fabricados en latón cromado macizo, con mecanismos amortiguadores diseñados para evitar el uso inadecuado y los daños intencionados. Además, para zonas que requieren instalaciones a prueba de manipulaciones, existen versiones empotradas con mecanismos a los que el usuario no puede acceder.

Los grifos electrónicos de Idral, disponibles en diferentes formas, colores y materiales, son extremadamente versátiles e ideales para todos los entornos, desde lavabos de baño hasta duchas y cocinas.